Los centros de ciudades como el Santiago de Chile están cargados de historia. Por eso, la profesora Catalina Padilla invita a padres, abuelos y tíos a reconocer y explorar este espacio junto a sus hijos para conocer todas esas maravillas que les permitirán aprender sobre la historia de Chile de manera lúdica y entretenida.
A un costado de la Plaza de Armas, el lugar más céntrico de la Ciudad de Santiago de Chile, se encuentran tres edificios muy importantes: la Municipalidad de Santiago, que fue cabildo y cárcel en el periodo colonial; el Correo, que solía ser la casa del gobernador y el Museo Histórico Nacional, que hace muchos año fue la Real Audiencia. Estos y muchos otros datos se pueden descubrir en distintos lugares de Santiago y otras ciudades del mundo que están cargados de hechos históricos. Por eso, Catalina Padilla, profesora de historia del Liceo 1 de Santiago, hace una invitación especial a los padres para que en periodos de vacaciones, se animen a recorrer la ciudad con sus hijos y utilicen ésta como una herramienta de aprendizaje dinámica y enriquecedora.
Tal como lo evidencia Catalina en este video, hay muchas alternativas para acercarse a la historia a través de la ciudad.
Ella, particularmente decidió visitar la Torre Benjamín Vicuña Mackenna, ubicada en el Museo Histórico Nacional. La torre, cuenta la profesora, está llena de sorpresas como sus paredes, las cuales están hechas de argamasa, un material (agua, cal, arena, y claras de huevo) muy común de la arquitectura colonial. Además de la torre, Catalina visita otros rincones y elementos del museo, como Ulk, el perro de Arturo Alessandri Palma (político chileno) y un reloj de cuerda de fines del siglo XIX que es manipulado por un encargado que manualmente le da cuerda para dar la hora a toda la ciudad. Al salir del museo Catalina rescata otros elementos como las estatuas y una placa de bronce que evidencia cómo está organizada la ciudad en un planto tipo damero.
Su recorrido por el centro de Santiago es la mejor prueba de que llevar el aprendizaje fuera del aula, sí es posible. Basta con escoger un lugar indicado para motivar a los niños y mostrarles el encanto y la importancia de conocer su historia.
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