Erin Gruwell es una profesora de lenguaje recién licenciada que empieza a dar clases en el instituto de Long Beach, California. Llena de esperanza y ganas de entregarlo todo en el aula, Gruwell choca contra una dura realidad que no está dispuesta a dejar de lado. Sus alumnos viven en barrios marginales y están marcados por la violencia de las pandillas y los conflictos interraciales de la época (1994). En la escuela nadie confía en ellos y en sus propias familias han tenido que ser testigos de hechos atroces. A pesar de su inexperiencia y de la frustración de un mal comienzo junto a sus estudiantes, Gruwell decide seguir adelante y buscar las estrategias que le permitan ganarse la confianza de todos y cada uno de ellos. Este es el marco general de Freedom Writers, una película dirigida Richard LaGravenese y basada en hechos de la vida real.
El hecho conmovió profundamente a los alumnos, tanto, que los conflictos interraciales dentro del aula pasaron a un segundo plano, lo que les permitió dar un primer paso para aprender y seguir avanzando. De la mano con la historia del Holocausto –que estuvo acompañada de libros como Anne Frank y la visita de judíos que vivieron en campos de concentración–, la profesora Erin Gruwell logró crear un proyecto que cambió para siempre el vínculo que a lo largo de varios años fueron forjando los alumnos con su profesora. La iniciativa se trató de un diario donde ellos podrían contar si censurarse, todas sus historias. La profesora leería los diarios sólo si ellos lo querían…
Esos mismos diarios y las historias allí escritas, inspiraron la producción de esta película que refleja cómo una profesora, a pesar los grandes desafíos que tuvo que enfrentar (como su divorcio y la falta de apoyo de algunos miembros de la comunidad educativa), logra transformar, con empatía y entrega absoluta, la visión de vida de un grupo de jóvenes que parecía no tener esperanza.